Un checklist, lista de control, hojas de verificación o listas de chequeo, son formatos que ayudan, como su nombre indica, a controlar y verificar la realización de tareas o actividades dentro de un proceso.
Los checklist ayudan en la identificación de errores dentro de los procesos y su reducción o eliminación, crean oportunidades de mejora, permiten una mejor organización y fomentan la automatización.
Para que un checklist sea funcional deben establecerse los objetivos de este y con base a ello, los aspectos a verificar. Debe ser sencillo, incluir un criterio de conformidad o inconformidad, frecuencia de revisión y un registro de la persona encargada.
¿Cómo elaborar un checklist?
1.- Determina el área o proceso a evaluar.
2.- Diseña el formato de verificación.
– Escribe las categorías o variables
– Establece la escala de valores
– Describe de manera detallada los puntos a revisar
– De ser necesario, agrega espacios para notas o evidencias
3.- Haz una prueba para comprobar su funcionalidad, compártelo con otras personas para validar que sea de uso general.
4.- Haz modificaciones en caso de ser necesario.
Existen softwares que proveen la ayuda necesaria para la creación y ejecución de checklist, con plantillas ya preestablecidas que puedes modificar o si lo prefieres, empezar desde cero.
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